Al amparo de la Ley de Ordenación y de la Actvidad Urbanística en Castilla-La Mancha (LOTAU) de 1998, por la cual se podía llevar a cabo el desarrollo urbano de suelo no urbanizable común (suelo rústico de reserva), se plantearon en el norte del núcleo urbano, numerosos desarrollos urbanos por medio de PAUs, suponiendo en el año 2007, la ordenación de suelo para realizar 1.500 viviendas.
En las Parcelas 81, 82, 83 y 84 del polígono 30, se redactó Programa de Actuación Urbanizadora, ordenanza un ámbito de 158 parcelas residenciales para vivienda unifamiliar. La ordenación general del área de apoya en dos caminos comarcales, los de Ventas de Retamosa y Madrid, completando los viales interiores por medio de malla sensiblemente ortogonal adaptada y condicionada por la topografía del lugar, caracterizada por la existencia de cerros de pendiente escarpada, con desnivel que salva diferencia de cota de 25-30 m.
No se realizaron las obras de urbanización proyectadas, al quedar pendiente de aprobación definitiva por parte de la Comisión Provincial de Urbanismo, coincidiendo con el estallido de la burbuja inmobiliaria.