La vivienda ocupa parte del antiguo Convento Franciscano del siglo XVI, desalojado en la Desamortización de Mendizabal y segregado en diversas parcelas de propiedad privada.
Las obras abordan la reforma de la cubierta y fachada a vía pública. La cubierta se encontraba en un lamentable estado de conservación, lo que supuso la restauración de algunos pares de la estructura de madera y la recuperación de la teja curva existente para mantener el aspecto con el empleo de materiales que no desvirtuaran el conjunto del edificio protegido en el catálogo municipal y provincial.
En la fachada se intervino retirando el revestimiento de revoco, sacando a la luz la antigua fábrica que constituye los muros del edificio a base de machones e hiladas de fábrica de ladrillo de tejar junto con paños de mampostería revocada con mortero de cal. En fachada, el tratamiento de los materiales y de los huecos, se ha realizado para recuperar el carácter original del edificio.