En parcela rectangular de 270 m² se plantea la ejecución de edificio con marcado carácter urbano. Sollana es un municipio situado en la comarca de la Ribera Baja, junto a la Albufera de Valencia, con un casco antiguo donde existen numerosas casas de finales del XIX y principios del XX, caracterizadas por los huecos de proporción vertical con objeto de conseguir buena ventilación en un clima cálido y húmedo. Es apreciable la huella colorista del modernismo valenciano, que impregna los elementos accesorios de las fachadas (carpinterias, rejas, almoadillados, revocos, etc…).
La planta se ha resuelto con el trazado de la bisectríz por la esquina, con objeto de disponer los elementos comúnes en este eje y resultar dos viviendas por planta, con iluminación-ventilación cruzada a calle y a patio interior de parcela.
El resultado es una vivienda con distribuidor central y dependencias a ambos lados, reservando la esquina para el salón-estar. Todas las viviendas cuentan con cuatro dormitorios y dos baños. Se dispusieron garajes individuales para cada vivienda, en planta baja. El tratamiento de la fachadas del edificio se realizó con elementos tradicionales del lugar.